El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama ha llegado este domingo a La Habana, donde acudirá a la VI Conferencia Anual Internacional de Estados Americanos. Es la primera vez en 88 años que un mandatario en ejercicio visita Cuba, el último en hacerlo fue Calvin Coolidge en 1928.
Este hecho histórico supone, de hecho, el fin del bloqueo que Estados Unidos mantenía sobre la isla desde octubre de 1960, que se aprobó como respuesta a las expropiaciones por parte del nuevo gobierno revolucionario de propiedades de ciudadanos y compañías estadounidenses en la isla tras la Revolución Cubana. Aunque inicialmente excluía alimentación y medicinas, en febrero de 1962, Estados Unidos endureció las medidas y el embargo llegó a ser casi total.
La historia de este embargo tiene como protagonista a otro presidente que, como Obama, también era fumador, John F.Kennedy. Su jefe de prensa de entonces, Pierre Sallinger, contó 40 años después una anécdota relacionada con el bloqueo. El 7 de febrero, el presidente llamó a Sallinger y le pidió que consiguiera para el día siguiente 1.000 Petit Upmann, los habanos que fumaba JFK. Sallinger recorrió toda la capital acudiendo a las tabaqueras de la capital para cumplir el encargo.
El propio Sallinger lo contaba así en 1992: “A la mañana siguiente, cuando llegué a mi despacho a las ocho de la mañana, el teléfono del presidente ya estaba sonando. Me dijo que fuera a verle inmediatamente.”¿Qué tal te fue, Pierre?”, dijo, mientras yo entraba en el Despacho Oval. “Muy bien”, respondí. De hecho, había conseguido 1.200 puros. Kennedy sonrió, cogió uno de los puros y sonrió, inmediatamente abrió uno de los cajones de su escritorio, sacó un gran papel y lo firmó. Era el decreto que prohibía todos los productos cubanos en nuestro país”.