Tres niños sirios de entre tres y ocho años han muerto este martes en un incendio producido en un campamento de refugiados situado en la provincia turca de Mardin. Además, en el siniestro resultaron heridas otras seis personas que fueron evacuadas al hospital público de Derik.
Las causas del incendio aún están por determinar, aunque el pasado viernes un cortocircuito eléctrico en el mismo campamento provocó un fuego que dejo 21 tiendas reducidas a cenizas y ningún herido.
El campamento de Derik tiene capacidad para acoger a unos 22.000 refugiados pero actualmente sólo unos 9.000 sirios viven allí. De los algo más de dos millones de sirios que viven en Turquía, unos 272.000 viven en 26 campamentos gestionados oficiales por las autoridades.