A pesar del alto el fuego entre el Gobierno y la oposición, al menos 2.658 personas murieron en Siria durante el mes de marzo. A pesar de tratarse de una cifra elevada, supone casi la mitad de fallecidos que los registrados durante el mes de febrero.
Según datos del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, entre los fallecidos se encuentran 588 civiles, de los que 125 eran menores de edad. Así, por ejemplo, la mayoría (223) murieron por bombardeos de la aviación rusa y siria, mientras que 90 fue por la artillería del régimen, 67 por cohetes y francotiradores de la filial siria de Al Qaeda y otros grupos opositores, 38 a manos del Estado Islámico, 28 por torturas en prisiones gubernamentales, 13 por ataques de la coalición internacional y 5 por falta de alimentos.