Ni para ti ni para mi. El Celta no supo sacar ventaja de su superioridad numérica en los últimos 20 minutos del partido para embolsarse los tres puntos de un derby en el que la gran protagonista fue la lluvia.
Equilibrio desde el arranque del partido, con mayor posesión celeste ante un Deportivo ordenado que buscaba salir en velocidad tras cada robo. Mucha prudencia por parte de los dos equipos gallegos, tanteando el terreno para intentar llevarse el derby.
Hasta el minuto 20, momento en el que Borges abrió el marcador con un tanto para el equipo coruñés. El Celta pareció revivir, llegando en numerosas ocasiones a la portería contraria pero sin conseguir concretar hasta que Nolito demostró cómo se juega al fútbol y anotó el gol del empate en el minuto 30.
Tras el descanso los de Berizzo acorralaron al rival y, con la expulsión de Arribas por una fuerte entrada a Nolito en el minuto 23 de la segunda parte, parecía que el partido estaba encarrilado. Acoso de los célticos hasta el final del partido, aunque no consiguieron levantar el empate del marcador.