Casi 5 millones de euros y cinco años después de que se iniciaran las obras, el nuevo Mercado del Progreso abrió este jueves de nuevo sus puertas. Una remodelación hecha en clave de modernidad que deja dos plantas de aparcamiento, una planta para el mercado con 43 puestos de venta, una planta para un supermercado y una plaza pública superior en la que se instalará un café-restaurante tras la demolición del mercado provisional prevista para junio.
El nuevo mercado cuenta con 41 puestos de venta de productos alimenticios y, entre las mejoras realizadas, se encuentra un ascensor panorámico, un montacargas para uso exclusivo de los comerciantes, escaleras mecánicas, aparcamiento gratuito, climatización en los puestos o máquina de hielo.
La gastronomía será el eje central de este mercado, que contará con una cocina en la que se prepararán degustaciones, delicatessen o distintos referentes de la restauración gallega que se distribuirán en los 2.500 metros cuadrados que ofrece el espacio. También se ofrecerán diferentes propuestas culturales, como intervenciones artísticas o espacios de venta temporales donde nuevos emprendedores y diseñadores podrán mostrar sus creaciones, junto a los tradicionales puestos de productos frescos, como pescaderías, carnicerías o panaderías, espacios comunes para comer y relajarse con zonas de sofás y wifi abierto, además de una ludoteca para que los más pequeños también tenga su espacio de ocio. A esto se sumará una variada agenda de conciertos y eventos, talleres y presentaciones de productos.