Se llama Tess Asplund, tiene 42 años y estaba tan cabreada por lo que estaba viendo que en un impulso se plantó delante de un grupo de 300 cabezas rapadas que desfilaban por Börlange, en Suecia, con el puño en alto. Ese gesto la ha convertido en el icono de la lucha contra los neonazis en el país.
Los medios que cubrían la marcha del Movimiento Nórdico de Resistencia, de orientación neonazi, captaron las imágenes que están dando la vuelta al mundo: ella, negra, con la cabeza rapada, bolso al hombro, brazo alzado y manteniendo la mirada para plantar cara al creciente radicalismo que se está produciendo en los países nórdicos.
Fue la imagen captada por el fotógrafo David Lagerlöf durante esa marcha el Primero de Mayo la que ha convertido el gesto de Asplund en viral. Activista desde hace más de 26 años y miembro de la organización Dalarna contra el Racismo, la mujer asegura que actuó por impulso, porque “sentí que no debían estar ahí”, ya que ese colectivo aboga por la expulsión de todos los extranjeros del país para crear una nación con población solamente nórdica sin descartar baños de sangre para conseguirlo.
https://youtu.be/ZLfVQ8r15-o
