Es uno de los edificios más emblemáticos de India y uno de los monumentos más admirados y visitados del mundo. Sin embargo, el Taj Mahal está perdiendo el color blanco de su mármol y empezando a volverse verde. La culpa es de un insecto que rodea el edificio y deja con sus excrementos unas manchar verdosas que está cambiando la fachada de este mausoleo.
Se trata de un insecto que ha crecido a orillas del monumento por la contaminación del río Yamuna. La polución que sufre este río ha derivado en la aparición de un alga que está colonizando todo el caudal del río y expulsando a los peces que hasta ahora se alimentaban de la mosca que mancha las paredes del Taj Mahal.
Los peces se alimentaban de las larvas de estos insectos parecidos a mosquitos y controlaban su población. Ahora, crecen sin control y se alimentan de esa misma colonia de algas, de la acumulación de materia orgánica en las orillas e incluso de cenizas de un crematorio cercano. Esos insectos depositan en las paredes del mausoleo una especie de humus que consiste en clorofila digerida que se va almacenando en el mármol y tiñéndolo de verde.
Las manchas de los insectos se pueden limpiar, pero los trabajadores de la Oficina Arqueológica de la India advierten que frotar con tanta frecuencia las paredes del monumento hará que el mármol pierda su brillo. Así que la solución real pasa por limpiar el río Yamuna, así como acabar con la contaminación de las industrias de Agra, cercanas al monumento, que también vuelven el mármol amarillo.
El Taj Mahal fue mandado construir por el emperador Shah Jahan como un mausoleo para su esposa, Mumtaz Mahal, que murió a dar a luz. Es considerada como una de las maravillas del mundo.