Los responsables del zoo de Cincinnati, en Ohio, han tenido que matar a uno de los gorilas del centro para intentar salvar a un niño de cuatro años que había caído a su foso cuando estaba de visita en el recinto.
El menor cayó desde una altura de cinco metros al foso en el que se encontraba el gorila, Harambe, que cogió al niño por la pierna y comenzó a arrastrarlo esporádicamente por el agua, imágenes que fueron grabadas por otros visitantes del zoo.
Finalmente se decidió abrir fuego contra el animal ante el miedo de que los tranquilizantes pudieron tardar demasiado tiempo en hacer efecto y que el gorila se pudiera poner más agresivo con el pequeño, que corría peligro, según los responsables del zoo.
https://youtu.be/UBeVfQtSD2k
