Médicos sin Fronteras ha anunciado este viernes, en rueda de prensa, que renuncia a los fondos europeos y de los Estados miembros en protesta por sus “dañinas” y “peligrosas” políticas migratorias.
Según su secretario general internacional, la UE y sus miembros se han preocupado, más que nada, en impedir que los refugiados pisen suelo europeo y no en prestarles ayuda humanitaria o garantizar sus derechos, por lo que demandan un cambio drástico en la actuación por parte de las autoridades competentes.
MSF ha asegurado en esta comparecencia pública en Bruselas que el acuerdo entre la Unión Europea se ha presentado como una solución “humanitaria”, pero que no hay nada humanitario en tratar de “esconder” el sufrimiento en alta mar. “MSF lleva meses denunciando la vergonzosa respuesta europea, centrada en disuadir a estas personas en lugar de proporcionarles la asistencia y la protección que necesitan”, según el secretario general internacional de MSF, Jérôme Oberreit.
¿A qué renuncia, exactamente, Médicos Sin Fronteras?, pues, según datos de la propia organización, en 2015 recibió 19 millones de euros de las instituciones europeas, otros 37 millones de Estados miembros de la UE y 6,8 millones más del Gobierno de Noruega, en total 62,8 millones, a los que hay que sumar fondos de la Oficina de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea (ECHO) y financiación pública institucional de Alemania, Bélgica, Dinamarca, España, Irlanda, Luxemburgo, Países Bajos, Reino Unido y Suecia.