É a segunda vítima de hoxe nas estradas de Galicia
Leer másTres años después de Angrois no se ha esclarecido la verdad y nadie ha asumido responsabilidad alguna
Víctimas y familiares de la tragedia de Angrois, reclamaron este domingo, tres años después de la tragedia, que se sepa la verdad de lo que pasó en la curva de A Grandeira. Aunque el 24 de julio de 2013 murieron en aquel tren Alvia 81 personas y otras 140 resultaron heridas, hasta hoy nadie ha respondido por este suceso, solo hay un imputado-el maquinista– no ha habido una sola asunción de responsabilidad política– los responsables públicos de Fomento de entonces o siguen en sus puestos o han ascendido, como el caso del nuevo ministro de Justicia, Rafael Catalá o, hace unos días la ex ministra de Fomento, Ana Pastor, que ha sido elegida para presidir el Congreso de los Diputados- y el Partido Popular y el Partido Socialista han votado, reiteradamente en contra de crear comisiones parlamentarias de investigación.
Por todo ello, las víctimas reclamaron hoy verdad, justicia y reparación después de estos años en los que han sufrido “engaños y humillaciones, como ver recompensados, tanto a responsables públicos como de las empresas como Renfe y Adif”. Además, exigieron una nueva investigación sobre las causas del siniestro, después de que la Unión Europea señalase que la investigación llevada a cabo por el Gobierno Rajoy no fue independiente y que no dio respuesta a preguntas esenciales del accidente, descargando toda la responsabilidad sobre el maquinista.
“En estos tres años hemos tenido que sufrir que nos mintieran gravemente sobre la línea de alta velocidad Ourense-Santiago, diciéndonos que contaba con sistemas de conducción automática y la máxima seguridad. Hemos tenido que sufrir que el Ministerio de Fomento, Adif y Renfe nos engañaran al punto de que tuvieron que ser apercibidos por los jueces por no colaborar con la justicia. También supimos por la prensa de las presiones del Gobierno para que la UE no publicara su informe”, han denunciado las víctimas en el manifiesto leído en la Praza do Obradoiro.