Un millón de afectados, la mayoría pensionistas, que vieron como sus ahorros quedaban atrapados en productos financieros que nadie conocía demasiado y que, en muchos casos, nadie les había explicado ni pedido permiso para invertir. Ellos son los verdaderos protagonistas de ‘La gran estafa de las preferentes’, no una novela de ficción, sino un libro que de la mano del periodista Andreu Missé trata documenta la “historia de un escándalo”, el “drama” humano y la actitud “heroica” de la gente que se echó a las calles para exigir que se les devolviera su dinero.
Se trata de una disección del “mayor escándalo financiero español” que no pretende atacar a la banca, sino mostrar de una forma clara las malas prácticas bancarias, “los abusos y la desigualdad de información de los clientes”. El libro, financiado a través de una campaña de crowfunding y editado por Alternativas Económicas, de la que Missé es socio, tardó dos años en ver la luz y recoge no solo los testimonios de los pensionistas que perdieron su dinero, sino también de juristas, economistas y la propia Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Historia de un fraude
Missé cuenta que el escándalo de las preferentes no se trató de un error, sino de un fraude en toda regla. En 2003 se legaliza una práctica económica realizada desde 1998 en paraísos fiscales, una amnistía fiscal que se encontraba 5 años después con la crisis y que dejó a los bancos sin capital.
Las entidades financieras colocaron entonces este producto a los ahorradores “con el agravante del engaño en la protección” que proporcionó el estado, cometiendo infracciones que van desde saltarse el test al que debían someter a los usuarios hasta el usar a Europa como excusa para todo. Vendían el producto como inocuo a los pequeños ahorradores, usando de anzuelo rendimientos más altos que los depósitos.
Y en 2011 sale a la luz el fraude. Ahí empezaron las movilizaciones, en las que los afectados gallegos tuvieron un gran grado de implicación y lucha. Quitas de hasta el 70%, arbitraje “arbitrario”, ya que no todo el mundo accedía a él… un cúmulo de despropósitos que en Galicia no se espera que deje responsables penales. Eso a pesar de que el 90% de las sentencias son a favor de los ahorradores.