Su voz, su aspecto, sus letras y su mirada dominaron la música de los años 80 del siglo pasado. Hombre de talento, pintor, compositor, productor y cantante, Tino Casal es fue uno de los referentes de la música española de finales del siglo pasado.
Antes de reventar el panorama musical vivió en Londres y fue productor del grupo heavy metal Obús hasta que el 1981 se fue a EMI y sacó su primer trabajo ‘Neocasal’, que le dio su primer número 1, con ‘Champú de huevo’.
Sin dejar a Obús y poniendo dinero para los primeros trabajos de Almodóvar, en 1983 lanzó ‘Etiqueta negra’, un trabajo en el que estaban ‘Póker para un perdedor’ y, especialmente ‘Embrujada’, que sigue siendo innovador tres décadas después, como ‘Pánico en el Edén’ o ‘Baila hasta morir’, que formaban parte de su tercer trabajo, ‘Hielo Rojo’.
En 1988 su ‘Eloise’ fue número 1 de las litas y uno de los más vendidos de ese año y dio paso a al que sería su despedida, ‘Histeria’, con versiones de clásicos de los setenta.
Tino Casal seguía pintando y estaba metido en su quinto trabajo cuando murió en un accidente de tráfico en la M-30…era el 22 de septiembre de 1991. Iba de copiloto en un Opel Corsa cuando éste por exceso de velocidad chocó contra una farola de la M-500, a 400 metros del puente de los Franceses. Él fue la única víctima mortal al no llevar puesto el cinturón de seguridad.
Murió en el instante en que el helicóptero sanitario que acudió a transportarle se elevó en el cielo. El informe médico determinó su muerte como “rotura del músculo cardíaco causada por una de sus propias costillas”. Tenía 41 años.
