Al menos dos personas han muerto a consecuencia del terremoto de 7,8 en la escala de Ritcher registrado este domingo en Nueva Zelanda, que ha dejado ya más de 250 réplicas, varias de ellas de más de magnitud 6.
Una de las últimas réplicas, de 6,2 grados, tuvo su centro a 39 kilómetros de Kaikoura, la zona más afectada por los terremotos, donde se han producido grandes destrozos y deslizamientos de tierra que han bloqueado algunas carreteras del país.
Aunque ya se ha desactivado la alerta de tsunami, en algunas zonas del país como Wairarapa, Wellington o Marlborough se esperan fuertes vientos de hasta 140 kilómetros por hora, lo que podría desplazar con fuerza los restos de las edificaciones destruidas por el seísmo.