Las autoridades colombianas han confirmado que el avión de la aerolínea LaMia que transportaba al equipo de fútbol brasileño Chapecoense, periodistas y acompañantes y que se estrelló cerca de Medellín no llevaba el combustible suficiente.
Según informaciones de Aeronáutica Civil Colombiana, tras la inspección de los restos del siniestro se puede confirmar que la aeronave no tenía combustible en el momento en el que se estrelló.
Eso confirmaría las informaciones que hablaban de que el avión había solicitado prioridad para aterrizar alegando falta de combustible. Apenas dos minutos y medio después el avión se declaraba en emergencia y a los cinco minutos se reporta fallo eléctrico y se pierde la comunicación.
Las autoridades investigarán por qué se dio esta situación, ya que según las normativas adicionales además de llevar combustible suficiente para llegar a destino, los aviones deben de tener una reserva por si deben aterrizar en un aeropuerto alternativo y seguir en el aire unos 30 minutos. El avión debía haber parado a repostar en Bogotá, pero el piloto tomó la decisión de continuar.
Cuatro heridos graves
Cuatro de los seis supervivientes del accidente continúan en estado crítico en la unidad de cuidados intensivos. Al portero del equipo Jackson Follmann se le ha amputado la pierna derecha, el jugador Alan Luciano Rushel tiene una fractura en la columna, el jugador Helio Zampier Neto continúa grave y al periodista Rafael Henzel se le ha sometido a una operación de tórax.