Para expandirse, las células tumorales necesitan grasa y, si se aisla la proteína que capta esa grasa, la metástasis se reduce. Es la conclusión a la que han llegado científicos del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona que, tras ensayos con ratones con cáncer, han comprobado que una dieta más rica en grasas acelera la metástasis hasta un 15% y hace que sea más agresiva.
El primer objetivo de los investigadores era encontrar las células que causan esa metástasis e indicar sus propiedades y descubrieron que la proteína CD36, que es la receptora de los ácidos grasos, está presente en niveles muy altos en las células tumorales.
Tras esta investigación, publicada en la revista científica Nature, los profesionales probaron una terapia, hasta ahora solo en ratones, que consiste en aplicar anticuerpos a esta proteína para bloquear la puerta de entrada de estas grasas. Y en entre un 10 y un 15% de los casos la metástasis desaparece completamente y en los casos que no desaparece su extensión reduce casi de un 90%.
Aznar ha explicado que actualmente estas terapias solo se han aplicado en ratones y que aún no están preparadas para suministrarse a los pacientes, aunque ya hay una acuerdo con una empresa que se encargará de generar anticuerpos terapéuticos para que se pueda comprobar su efectividad en pacientes afectados por metástasis.