La jueza Ann Donnelly, de Brooklyn, en Nueva York, ha suspendido cautelarmente las deportaciones de personas procedentes de Libia, Irán, Irak, Siria, Sudán, Somalia, y Yemen que llegan a Estados Unidos, y que fue decretada por Donald Trump, el viernes.
La sentencia solo afecta a las personas arrestadas a su llegada al país que, según la jueza Donelly, habían tenido la mala suerte de estar viajando en el momento en el que Trump firmó la Orden Ejecutiva en la que establecía la prohibición de derecho de asilo a esas personas.
El argumento de Donnelly es que esos solicitantes de asilo podrían sufrir daños o represalias si regresan a sus países de origen. Ayer, seis cristianos sirios de Damasco fueron deportados y devueltos a su país, que está sumido en guerra civil desde hace casi seis años.