Urgencias de Cunqueiro no han podido con los más de 350 pacientes que había el mismo tiempo en el servicio y que obligaron a ocupar no solo las salas de espera y los boxes, sino también varios pasillos porque, además, faltaban camas para ingresarlos. Exactamente, de acuerdo con los datos del personal, faltaban unas 28 camas para otras tantas personas que estaban esperando a ser ingresadas.
La situación se fue agravando a lo largo del día lo que obligó a la dirección del hospital a ordenar que otras 8 habitaciones pasasen a ser dobles– en lo que va de este mes son ya casi 60 las que han pasado a desdoblarse, y a reabrir otra docena más en el Meixoeiro…pero aun así no fue suficiente.
Por la tarde el personal veía como la situación ya estaba incontrolada con personas que llevaban horas esperando o para ser atendidas o para hacerse una prueba o para ser ingresadas-, con pacientes en todas la zonas, desde los boxes a los pasillos, y con más personas entrando– y ello sin contar las Urgencias de Pediatría, que también estaban casi al límite de su capacidad, y la atención a embarazadas.