Emergencias de Galicia ha acudido a más de 400 alertas durante este sábado, la mayoría de ellas en las provincias de A Coruña y en Pontevedra, donde se han registrado caída de ramas y árboles en la carretera, en el tendido eléctrico, inundaciones, daños en tejados y muros y desprendimientos en fachadas de edificios.
Además, a última hora de la tarde casi 26.000 gallegos seguían sin electricidad, siempre según los datos de Fenosa, que ha detallado que de ellos más de 8.600 viven en la provincia de A Coruña, alrededor de 11.000 en las de Ourense y Lugo y unas 6.300 en Pontevedra. Muchos de estos usuarios ya no tendrán suministro, al menos, hasta el lunes.
Entre ellos están los vecinos de Lourenzá, en Lugo, donde el viento tumbó dos torres de alta tensión, una de las cuales ha cortado la carretera que va a Trabada; en Redondela un árbol cayó sobre la línea de alta tensión, en la parroquia de O Viso.
Entre otros siniestros, en O Rosal el viento ha arrancado la cubierta de una granja de pollos; en Mos se han caído dos de los cuatro muros de un pabellón deportivo; ha tenido que cerrarse al tráfico la PO-534 a la altura de Forcarei por la caída de parte del tendido eléctrico, lo mismo ha pasado en la PO-532 y en la AC-543; en la OU-122, en Ourense ha sido necesario enviar las máquinas quitanieves; se ha desprendido el tejado de una casa en Piños; la rama desgajada de un árbol ha causado un accidente en Salvaterra, en el kilómetro 6 de la PO-400 o un árbol ha caído sobre la puerta de acceso al IES Alexandre Bóveda, en Pontevedra.
El accidente más grave de todos se ha producido en el concello lucense de Muras donde José P.S., de 80 años, ha muerto tras tropezar con unas ramas tras retirar un árbol de la carretera que va a de Viveiro a Xilán.
