El diario El Mundo, que ha accedido a la autopsia de la ex alcaldesa de Valencia, informa que la misma indica que Rita Barberá “tenía un grave problema de cirrosis que era irreversible y que fue uno de los detonantes principales de su muerte”.
De acuerdo con la información, la senadora falleció “por un problema hepático” que le provocó “un fallo multiorgánico”. El informe clínico determina que padecía una ascitis -líquido en el abdomen- causada por una hipertensión en las venas que llevaban sangre al hígado, debida a la cirrosis que padecía.