Agentes de la Policía Nacional han detenido a 25 personas e intervenido más de media tonelada de cocaína oculta en el interior de falsos ladrillos. El estupefaciente estaba oculto en el interior de falsos ladrillos refractarios -material específico para chimeneas o barbacoas-, que tuvieron que ser fracturados a golpe de maza en busca del estupefaciente que ocultaban. Los arrestados conformaban una organización criminal perfectamente estructurada y jerarquizada e introducían el estupefaciente en la península vía marítima para su posterior distribución. El cabecilla de la organización residía entre México, Colombia y nuestro país, existiendo en España una persona como máxima responsable de la distribución de la droga.
La sustancia, el dinero en efectivo y el material intervenido fueron localizados en domicilios de varias provincias españolas, en una nave industrial y en turismos que contaban con dobles fondos. Han sido registradas 28 viviendas y una nave industrial e intervenidos 20 vehículos -varios de ellos “caleteados”- y más de 200.000 euros en efectivo.
Dos máximos responsables y toda una estructura subordinada
La investigación se inició en marzo del 2015. Agentes del grupo XV de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid tuvieron conocimiento de la existencia de dos personas de origen colombiano que introducían estupefaciente en nuestro país. Estos dos individuos, con conexiones en Bélgica y Holanda, se encargaban del almacenamiento y distribución de la cocaína así como de reclutar a personas para tales fines.
Tras laboriosas actuaciones los investigadores pudieron determinar la existencia de una organización jerarquizada dirigida por un individuo residente entre México, Colombia y España el cual contaba en nuestro país con un cabecilla proveedor de la mercancía. Éste poseía en un plano de subordinación numerosas personas de su confianza de las cuales, a su vez, se desplegaba todo un engranaje de individuos con distintas funciones hasta que llegaba la droga a los responsables de la distribución al por menor.
En ese punto de la investigación, y ya de forma conjunta con las unidades de Valencia, Tarragona y Barcelona, los agentes comprobaron que en la estructura nada quedaba bajo control y cada función era desarrollada de forma específica por una persona en concreto. De esta forma, diferentes individuos se encargaban del transporte, de la guarda y custodia, del envío del dinero a Colombia, conseguir vehículos “caleteados”, de hacer de “hombres pantalla” para alquileres de inmuebles e incluso uno de ellos se encargaba del cobro o “recordatorio” del cobro de las deudas.
Envío de cocaína oculta en falsos ladrillos refractarios
El pasado mes de febrero, y tras dos años de intensas investigaciones coordinadas por juzgados de instrucción de Fuenlabrada, los agentes comprobaron como la organización comenzaba a preparar una nueva logística, con inmuebles y vehículos nuevos, y sospecharon de la existencia de un inminente envío de estupefaciente. Por ello, se estableció un amplio dispositivo policial alrededor de los investigados y se activaron todos los mecanismos policiales de coordinación.
A finales del mes de marzo, los investigadores detectaron un mayor movimiento de los “hombres fuertes” de la organización en España y constataron que se había producido una nueva entrega. Por ello, dieron el alto a varios vehículos localizando diversa cantidad de cocaína que transportaban en habitáculos ocultos de difícil acceso y localización y donde fue necesaria la intervención del GOIT (Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas).
Posteriormente, los agentes acudieron hasta una nave situada en el madrileño distrito de Villaverde donde localizaron numerosos bloques de material de construcción, ladrillos refractarios específicos para su uso en chimeneas y barbacoas, que la organización había utilizado para ocultar el estupefaciente. Los policías tuvieron que romper miles de piezas hasta dar con aquellos que eran huecos y que habían sido utilizados para el transporte.
62 kilos de cocaína que escupió el mar
Como resultado total de la operación, los agentes practicaron la entrada y registro de 28 viviendas (4 en Madrid, 18 en Valencia y una en Guadalajara, Toledo, Alicante, Albacete, Tarragona y Sabadell) y una nave industrial en Madrid. En total se ha detenido a 25 individuos de los cuales 15 de ellos han ingresado en prisión.