Tráfico iniciará el próximo lunes, día 21, una campaña de control de velocidad que incidirá especialmente en las carreteras convencionales –las que disponen de un solo carril en cada sentido– y en las vías urbanas de Galicia.
Para el desarrollo de la campaña, que estará coordinada por las jefaturas provinciales de tráfico, se utilizará el máximo número de medios humanos y materiales disponibles. Asimismo, siempre que sea posible, se advertirá a los conductores de la existencia próxima de controles, tanto a través de los paneles de señalización variable como de las pantallas alfanuméricas de los vehículos de la Agrupación de Tráfico que estén en las inmediaciones.
En todo caso, como informa la Dirección General de Tráfico (DGT), el desarrollo de la campaña no supondrá la disminución de vigilancia en otros lugares, por lo que en unos casos se producirán denuncias sin notificación inmediata y en otros se procederá a la identificación del conductor y a la notificación “in situ”, con el fin de potenciar el efecto pedagógico de la concatenación infracción- denuncia.
El objetivo es conseguir una mayor reducción de la velocidad media y disminuir los niveles alcanzados de grandes excesos.
“Se trata de concienciar a los conductores de la estrecha relación entre una velocidad inadecuada y los accidentes. Y es que, a diferencia de la incompatibilidad entre el alcohol y la conducción, o el uso del cinturón de seguridad y del casco, que no son cuestionados, la consideración de la velocidad como factor de riesgo no ha adquirido el mismo nivel de aceptación entre los conductores, y ello a pesar de que en el 20% de los accidentes mortales registrados en vías interurbanas españolas se apreció la velocidad como factor concurrente. Por tanto, llevar una velocidad adecuada podría evitar prácticamente una cuarta parte de las muertes en accidente de tráfico”.
En el desarrollo de la campaña se potenciará la colaboración con los concellos para realizar controles en zonas urbanas, donde la velocidad es igualmente determinante por cuanto aumenta considerablemente el riesgo de muerte de un peatón tras ser atropellado, de ahí la importancia no superar los límites. A partir de 80 kilómetros por hora es prácticamente imposible que un peatón se salve de un atropello, mientras que a una velocidad de 30 Km/h el riesgo se reduce al 10%.
A esta incidencia negativa de la velocidad en los accidentes se suma la que tiene sobre el medio ambiente, sobre la calidad de vida y el consumo de combustible. Todo ello hace necesario seguir incrementando los esfuerzos en el control y la vigilancia de la velocidad.
En la campaña especial de control de velocidad desarrollada en Galicia desde el 22 hasta el 28 de agosto de 2016, se controlaron 70.559 vehículos y se formularon 2.451 denuncias.