Agentes de la Policía Local detuvieron la noche pasada a A.F.A., vecino de Vigo de 49 años de edad, por quebrantar la orden de alejamiento que tenía de su ex pareja.
Pasadas las 12 de la noche, los policías, atendiendo una llamada de auxilio, se presentaron en una vivienda de la rúa Aragón en la que comprobaron que la mujer que había alertado al 092 estaba “nerviosa y asustada” y su “domicilio estaba violentado, pudiendo observarse como el picaporte interior de la puerta de acceso estaba arrancado y tirado junto con sus tornillos por el suelo. También en el suelo de la cocina y esparcidos, había restos de un plato roto y de comida”.
La mujer indicó a los agentes que se había visto sorprendida por su ex- pareja en el interior de la vivienda, ya que desconocía que él pudiese tener llaves de la misma. Que tras entrar la “había agarrado y zarandeado fuertemente, a la vez que amenazaba con matarla” y que después de este suceso, el hombre abandonó el domicilio.
Los policías recorrieron el edificio y zonas circundantes, por si este sujeto pudiera encontrarse en las inmediaciones, quedando en alerta alertados por si tuviesen que intervenir nuevamente.
Poco antes de las 2 y media de la mañana, el Policía Local responsable de la orden de protección de la mujer, alertó nuevamente a la patrulla porque al parecer el individuo había vuelto a acceder al domicilio.
Al igual que la primera vez, de forma inmediata se los agentes se desplazaron a la vivienda en la cual “la mujer les relató que tras la primera intervención de la noche, se refugió en la casa de una vecina, volviendo a la suya posteriormente. Que al acceder a la misma, observó que el interior estaba más revuelto que cuando salió”, hecho fue también percibido por los policías que habían realizado la correspondiente inspección ocular en su primera visita.
Los agentes realizaron una revisión exhaustiva de toda la casa , localizando dentro del armario ropero del dormitorio principal al referido sujeto, quien se ocultaba tapándose con una manta, procediendo a su detención.
Todo parece indicar que el detenido accedió al edificio a través del garaje, donde se localizó su vehículo -un turismo de la marca Renault-. Los policías constataron que este individuo tenía una orden de alejamiento y comunicación con la mujer -prohibición de acercarse a menos de 300 metros-.