La madrugada del sábado al domingo que viene se producirá el cambio de hora: a las 3 se retrasarán los relojes y volverán a ser las 2. Finalizará así el horario de verano y empezará el de invierno, algo que sucede todos los años la última semana del mes de octubre en toda Europa.
El objetivo de esta medida es el ahorro de energía y, según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el potencial de ahorro en iluminación podría alcanzar en torno a 300 millones de euros, el equivalente al 5 %. De esa cantidad, 90 millones corresponde al potencial de los hogares españoles, lo que supone un ahorro de 6€ por familia y 210 millones restantes se ahorrarían en los edificios del terciario y en la industria.