Imágenes:EG/Es que ya no puede irse uno de compras. Eso debieron de pensar los propietarios de los cuatro coches que el mar cubrió casi por completo.
Los vehículos estaban aparcados en la rampa del puerto de Ribeira, algo que no es excepcional…ni siquiera infrecuente, pero esta vez la subida de la marea dejó una imagen que sí es poco habitual: los coches junto a varias embarcaciones…eso sí, con los daños que seguro les ha ocasionado el mar.