Según un estudio elaborado por la Fundación Adecco, con la colaboración de Previsora Bilbaína, basado en datos de la Encuesta de Población Activa en una encuesta a 500 personas que conviven con alguna persona con discapacidad, durante el último año 900 gallegos han dejado su empleo para cuidar a sus familiares dependientes.
Dicho informe indica que el perfil del cuidador en Galicia es el de una mujer, en el 83% de los caos, mayor de 45 años, casi el 90%, lo que subraya que “sigue muy arraigado el rol femenino como cuidadora de la familia y del hogar y, además, las mujeres mayores de 45 años son las que más dificultades encuentran en el mercado laboral y, por tanto, las primeras que deciden retirarse cuando la situación familiar lo requiere”.
Esta situación se produce por el hecho de que no es posible que las familias asuman los costes de cuidar a una persona enferma o con discapacidad lo que hace que opten por dejar de buscar empleo o, directamente, renuncien a su puesto de trabajo.
La encuesta indica que un 55% de los trabajadores que tiene familiares con discapacidad ha tenido que rechazar empleos, el 35% ha renunciado a un ascenso o una promoción laboral y en el 20% de todos los casos ese nuevo empleo o esa mejora en su situación de trabajo era incompatible con el cuidado de su familiar.
Casi dos de cada tres encuestados, padres de hijos con discapacidad, creen que nunca podrían encontrar un trabajo en una empresa ordinaria y un 80% de los que tienen empleo encontraría en el teletrabajo la solución para atender a sus familiares con discapacidad…pero sólo un 12% cuenta con la posibilidad de desempeñar sus funciones de forma telemática.