A las 11 de la mañana se dio el ‘polvazo’ de salida, por parte del alcalde Abel Caballero, desde los aparcamientos de la playa de Samil. La carrera inició tras un calentamiento marcado por la música y los polvos de colores, elaborados con harina de maíz y colorantes naturales. Los cinco kilómetros de recorrido estaban salpicados cada 1.000 metros por las Holi Blitz, las estaciones de pintura desde las que se llenaba de polvo Holi a los corredores.
Tras la llegada a meta, en una nueva ubicación pero cercana a la de años anteriores, se inició la actividad posterior al recorrido, “presidida por la vistosidad de los sucesivos Holi Boom”, lanzamientos colectivos de polvos de colores en el que participan todos los asistentes. A la llamada de la Holi Life acudieron, según la organización “personas de toda Galicia, familias, grupos de amigos, muchos jóvenes o incluso quien vino acompañado de su mascota”.