Agentes de la Policía Nacional y de la Policía Federal de Brasil han culminado una investigación en la que ha sido detenido el terrorista de extrema derecha Carlos García Juliá, buscado por las autoridades judiciales españolas desde el año 1994.
El asesino García Juliá, junto a otras tres terroristas, participó en la ‘Matanza de Atocha’: la noche del 24 de enero de 1977 estos cuatro criminales entraron en un despacho de abogados laboralistas, situado en el número 55 de la calle de Atocha, en Madrid, y masacraron a tiros a los allí presentes, matando a cinco personas y dejando heridas a cuatro .
El asesino García Julia pasó más de un mes escondido tras la matanza, hasta que fue detenido el día 11 de marzo de aquel año. Ingresó en prisión hasta la celebración del juicio y fue condenado por la Audiencia Nacional a 193 años de cárcel.
En 1991 se le concedió la libertad condicional y en 1994 solicitó autorización judicial para salir de España. Desde entonces, se mantuvo desaparecido al no comparecer ante un requerimiento judicial formal producido en diciembre de ese año.
Su detención se produjo finalmente el pasado 5 de diciembre en la ciudad de Sao Paulo gracias a las investigaciones realizadas por la Policía Nacional junto con agentes brasileños y el apoyo de la Consejería de Interior de España en Brasil y la Oficina Central Nacional de Interpol en Madrid.
Utilizaba una identidad falsa
Desde su desaparición en territorio boliviano, la Policía Nacional siguió diferentes vías de investigación. Todas ellas situaban al fugitivo en territorio sudamericano, aunque resultó imposible determinar la identidad que estaba utilizando debido a las extremas medidas de seguridad que empleaba. Se detectó su presencia en Chile, Argentina, Venezuela y Brasil, por donde se movía al disponer de documentación a nombre de terceras personas. No dudaba, incluso, en tomar vuelos para desplazarse por estos territorios.
En el año 2017, se emitió una orden internacional de detención y fue entonces cuando se iniciaron gestiones más intensas para dar con su paradero. Esas investigaciones determinaron que podría encontrarse en territorio brasileño, concretamente en la ciudad de Sao Paulo, donde residiría fugado de la Justicia española bajo la identidad de un ciudadano venezolano.