A las 02.26 hora peninsular española, en la zona prevista: la cuenca de Aitken, en el polo sur del satélite. La misión realizará tareas de observación astronómica de radio de baja frecuencia, análisis de terreno y relieve, detección de composición mineral y estructura de la superficie lunar poco profunda y medición de la radiación de neutrones y átomos neutrales para estudiar el medio ambiente en la cara oculta de la Luna.
La sonda, que incluye un módulo y un vehículo explorador, fue lanzada el pasado 8 de diciembre por un cohete Gran Marcha 3B desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang, en la provincia de Sichuan, en el suroeste del país asiático.
Cuatro días más tarde, la Chang’e 4 entró en la órbita lunar, tras lo que la ANEC recortó la órbita de la sonda en dos ocasiones, la última de ellas el pasado 30 de diciembre.
Las comunicaciones entre la sonda y la Tierra son posibles gracias a un satélite, Queqiao, puesto en órbita el pasado mes de mayo y que opera a modo de “espejo” transmisor de información entre los centros de control en la Tierra y la Chang’e 4.
Programas espaciales pioneros como el soviético o el estadounidense ya lograron hace más de medio siglo fotografiar la cara oculta de la Luna… pero nunca alunizaron allí, pese a que en 1962 una misión no tripulada estadounidense lo intentó sin éxito.