La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) alerta de los innumerables riesgos para la salud pública que acarrea alimentar, en las ciudades, de forma indiscriminada a animales como palomas y gatos callejeros.
Histoplasmosis, Clamidiosis y Toxocariasis son solo algunas de las enfermedades que pueden llegar a transmitir estos animales, “por no hablar de otras tantas de las que cucarachas, ratas y otros insectos pueden ser vectores”.
ANECPLA subraya que los restos de comida destinada a gatos o palomas son “pasto ideal de animales no tan atractivos como ratas, ratones, cucarachas, hormigas y un largo etcétera”.
Desde esta asociación se recuerda que el número de colonias de gatos callejeros o plagas de palomas comunes se ha visto incrementado de manera abismal en los últimos años, en gran medida debido al alimento que ciudadanos, no autorizados, les ofrecen.
Esta asociación indica que los resultados demuestran que las poblaciones de palomas disminuyen un 50% sin comida y que las colonias de gatos salvajes lo hacen hasta en un 45%.