Voluntarios de Greenpeace volverán este domingo a colaborar con la Comunidade de Montes de Teis, en el monte de A Madroa, con el objetivo de “celebrar una jornada de conocimiento del proyecto de recuperación del monte de esta parroquia viguesa y realizar trabajos de mantenimiento en el souto que se plantó hace 20 años con la colaboración de Greenpeace”.
Greenpeace subraya que “tras más de dos décadas de trabajo, los Comuneros de Teis demostraron que su visión de recuperar el bosque atlántico en A Madroa no fue una quimera. Además de continuar con la eliminación de las especies invasoras, las especies propias del bosque atlántico gallego, plantadas durante dos décadas en el proyecto “Echando Raíces”, conforman hoy en día una masa forestal de sumo interés por su biodiversidad”.
Repoblación de especies autóctonas
Cuando A Madroa volvió a la categoría de Monte Vecinal en Mano Común, en 1998, la práctica totalidad del monte estaba cubierta por una repoblación de Pinus pinaster (piñeiro bravo o pino gallego) con una edad de entre 40 y 55 años y en una situación fitosanitaria muy mala. Bajo esta cubierta arbórea, la mayor parte del monte estaba infestada de una especie invasora muy difícil de erradicar: la acacia negra.
Greenpeace y la Comunidade de Montes de Teis firmaron un acuerdo en 1998 para colaborar en la recuperación de las condiciones naturales de A Madroa y, de manera especial, en la “sustitución progresiva de las especies invasoras por especies propias del bosque atlántico”.
En el invierno de 1999, una vez eliminada la masa de piñeiro y acacia negra, se llevó a cabo la plantación de especies arbóreas y arbustivas propias del bosque atlántico gallego: Castiñeiro Carballo, Acivro, Érbedo, Estripeiro, Loureiro, Nogueira y Pereira brava.
“Más de 20 años después, este pequeño rodal es un precioso bosque con portes considerables que demuestra que otra política forestal es posible, y es también una prueba fehaciente de que es posible restaurar los montes gallegos y aumentar su biodiversidad y resiliencia al fuego”, subrayan desde Greenpeace.
Distinción de las Naciones Unidas
Naciones Unidas distinguió en 2018 a las comunidades de montes gallegas de Froxán, Covelo y Teis por su eficacia en la conservación. Figuran en una lista de buenas prácticas bajo las siglas en inglés ICCA, “Áreas Conservadas por Comunidades Locales”.
Esta certificación es un reconocimiento de los valores sociales, ambientales y económicos de la experiencia comunal, experiencia avalada y promovida desde la oficina de Medio Ambiente de las Naciones Unidas, PNUMA-WCMC.
Los Montes Vecinales son una herramienta de gobernanza comunal, una forma de copropiedad de origen germánico, con la que los vecinos pueden tomar decisiones directas mediante el consenso sobre el territorio que habitan.