Iago Aspas hizo lo que hace siempre: cogió el mando del partido e hizo que el Celta se dejase de historias.
Un doblete de ‘O príncipe das bateas’, selló la permanencia del equipo donde debe estar: en Primera División.
Los celestes solo necesitaban un unto para acabar con las dudas y eso fue lo que consiguieron en Balaídos, frente a un Rayo que, aunque viajó a Vigo ya en Segunda, hizo un gran partido y se puso por delante con dos tantos de Embarba y Medrán.
Pero llegó Aspas…y acabó con cualquier angustia que pudiera haber en la grada una parte de la cual empezaba ya a silbar cuando parecía que el encuentro acabaría en derrota.