La científica asturiana Margarita Salas, un referente de la investigación en España y en Europa de los siglos XX-XXI, ha nuerto este jueves en Madrid a los 80 años de edad, ha confirmado el CSIC en un comunicado.
Alumna y colaboradora del Premio Nobel Severo Ochoa, era la dueña de la patente de la ADN polimerasa Phi29, una enzima esencial por su capacidad para producir copias genéticas de forma precisa partiendo de rastros escasos, como por ejemplo, una simple gota de sangre. Este descubrimiento fue pionero y clave en la replicación del ADN, y supuso toda una revolución en la medicina forense o las terapias génicas.
Salas, profesora honoraria del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa hasta ahora, ha sido la primera en presidir el Instituto de España, la primera española en ingresar en la Academia de las Ciencias de los Estados Unidos y la primera científica en entrar en la Real Academia Española de la Lengua.
La doctora Salas, que ha trabajado en su laboratorio casi hasta el último día de su vida, recibió en en mes de junio su último reconocimiento: la Oficina Europea de Patentes la distinguía por su carrera profesional y un jurado popular la designaba como la mejor inventora de 2019.
