El mismo se extenderá hasta la medianoche del miércoles próximo, 1 de enero, en total serán seis días en los que la Dirección General de Tráfico (DGT) calcula que se producirán en España más de 6,2 millones de desplazamientos por carretera.
Estos días se pondrá especial atención en las carreteras que puedan estar más afectadas por las condiciones meteorológicas adversas creando una comunicación continua sobre cualquier incidencia en carretera a través del teléfono 011, Internet, Twitter y en los boletines informativos de las emisoras de radio. También vigilará a los viajeros mediante a agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, helicópteros y cámaras de televisión de la DGT.
El dispositivo implicará el despliegue de más de 800 funcionarios y personal técnico especializado que atienden en los Centros de Gestión de Tráfico, todos los agentes disponibles de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y más de 13.000 empleados de las empresas de conservación de vías, así como el resto de titulares de carretera y personal de los servicios de emergencia.
Controles de alcohol y drogas
La DGT también hará especial hincapié en los controles preventivos de alcohol y drogas y utilizará cámaras en carretera para vigilar el uso del móvil al volante y del cinturón, así como radares fijos y móviles para supervisar el cumplimiento de los límites de velocidad con el fin de reducir la siniestralidad.
Vehículos camuflados, helicópteros y drones
En los días que se extienda este operativo circularán vehículos camuflados por las carreteras para vigilar que se cumplan las normas de tráfico y helicópteros y drones que lo harán desde el aire. La DGT recomienda a los viajeros conducir más despacio, tener especial atención en los trayectos cortos, al salir de las autopistas y autovías y al entrar a carreteras convencionales.
Otros gestos fáciles que sirven para evitar accidentes son no conducir cuando se ha bebido, apagar el móvil, llevar puesto el cinturón de seguridad y a los menores en su sistema de retención infantil, y parar cada dos horas en los trayectos largos para descansar.
