Se trata de una joven que estuvo internada en el Cunqueiro y que ha superado la enfermedad
Así se lo comunicó el personal de Sanidade que seguía su caso. A.C., de 27 años de edad, vecina de Moaña y madre de un bebé de semanas, se enteró de que estaba contagiada de coronavirus hace algo más de dos semanas. Su caso fue, también, uno de los primeros que se diagnosticaron en el Cunqueiro, después del de unos familiares, que habían dado positivo tras un viaje a Madrid.
Su bebé de semanas dio negativo
De inmediato se trasladó al hospital donde comprobaron que no tenía manifestación de la enfermedad y, “lo mejor de todo, y lo que más me tranquilizó, mi bebé, a pesar de que le había estado dando el pecho, no tenía el virus”.
Estuvo ingresada durante 10 horas, ante de que “me mandaran para casa en régimen de aislamiento y sin tratamiento”, controlada por el personal médico encargado de seguir su caso. “Me llamaban a diario, vigilábamos la fiebre, me preguntaban si tenía tos o si empeoraba, si tenía algún otro síntoma” y así ha estado durante algo más de 15 días.
Negativo el jueves
El miércoles pasado, tras recibir una notificación, se hizo las pruebas en el ‘COVID-Auto’ del Hospital do Meixoeiro-el dispositivo donde se realiza el test de detección rápida- y el jueves la llamaron para decirle que había dado negativo. “La persona de Sanidade que se puso contacto para comunicármelo me felicitó, ‘eres la primera gallega que se cura de la enfermedad’, me comentó, algo que como puedes suponer supuso un alivio muy grande”, aunque la alegría será completa cuando otras personas de su familia que también tienen el virus-una de ellas internada aún en Cuidados Intensivos- dejen atrás la enfermedad.
Vida normal
Las órdenes del médico son que haga “vida normal”, cumpliendo las normas de aislamiento que ordena el ‘Estado de Alarma’, “y con toda la protección: llevo mascarilla, uso guantes, mantengo la distancia, me lavo constantemente las manos, no toco el dinero…”, tomando precauciones al extremo.
A pesar de lo que es haber dado positivo, con todo el temor que genera, la intranquilidad y el miedo, al tratarse de una enfermedad para la que aún no hay una vacuna, “somos afortunados de haber sido de los primeros a los que han atendido, porque hemos contado con todos los medios”, nos dice, “esta enfermedad se cura“, afirma antes de repetir algo que el personal sanitario no se cansa de de pedirmos, “por favor, de verdad, quédate en casa, no salgas”.