En el Centro viven 120 usuarios y trabajan 167 profesionales, uno de los cuales está en casa con fiebre
“Llamen al teléfono de atención para el coronavirus”. Esta es la respuesta que le han dado desde la Xunta a los 167 trabajadores del Centro de Atención a Personas con Discapacidade (CAPD) de Chapela, dependiente de la Consellería de Política Social, cuando han solicitado que se les haga la prueba del COVID-19 después de que uno de los 120 residentes en la misma diese positivo por contagio.
“No nos han ofrecido otra solución”, afirma el representante de los profesionales. El mismo recuerda que el contacto entre los trabajadores y los usuarios del centro “es constante” puesto que muchos de ellos no pueden valerse por sí mismos y hay que ayudarles a casi todo, desde lavarse a sentarse o comer. Además, recalca, “pueden pegarte, agredirte o escupirte”,lo que aumenta el riesgo de que puedan contagiarse unos a otros y también a quienes les atienden.
Pese a que el positivo que se ha producido puede afectar a un grupo de más de 300 personas, “no sólo los trabajadores y los usuarios, sino también a sus familias”, la respuesta de Sanidade es que esperen a que se produzca algún síntoma y, si es así, comunicarlo al 900 400 116 y les indicarán el proceso a seguir.
Riesgo de contagio alto y falta de material
Los profesionales denuncian que si bien el riesgo de contagio, “además de coronavirus, también de otras enfermedades es alto”, considerando su trabajo, la falta de material de seguridad, en especial de los famosos EPIs (Equipos de Protección Individual), añade, además, intranquilidad, porque se asume que aquel riesgo es aún mayor, algo que se ha incrementado después de que uno de sus compañeros haya tenido que quedarse en casa con fiebre, mientras los demás “nos aislamos completamente al llegar a las nuestras para no contagiar a la familia”.
Que se les hagan las pruebas
A juicio de la plantilla, “hubo tiempo de sobra para conseguir el material que necesitamos”, porque esta situación no se produjo de un día para otro, “ni fuimos el primer lugar del mundo donde se manifestó la enfermedad”, por ello, piden que se palíe cuanto antes esta falta de medios, que se encarguen en especial EPIs, guantes y mascarillas y, sobre todo, que se les hagan las pruebas para saber si ha habido más contagios, algo esencial porque “el nuestro es uno de los centros dependientes de la Xunta que tiene que seguir funcionando y si no sabemos si no sabemos si somos portadores podemos estar transmitiéndolo a los usuarios y a nuestros compañeros al venir a trabajar”.