Los profesionales de Enfermería califican la gestión de la Consellería de Sanidade con 3,1 puntos sobre 10, a a la hora de solucionar sus problemas durante la crisis sanitaria.
También suspenden con un 3 sobre 10 la cantidad y calidad del material de protección que tuvieron a su disposición. Seis de cada diez enfermeras y enfermeros reutilizaron las mascarillas FPP-2 o FPP-3 para atender a pacientes.
De acuerdo con una encuesta de Sondea, las y los profesionales denuncian la alta afectación de la enfermedad dentro del colectivo y la falta de material y equipos de protección.
Asimismo, apuntan a la insuficiencia de pruebas diagnósticas y las graves consecuencias que su lucha contra la enfermedad ha supuesto nivel personal y familiar.
El 86% tuvo contacto con pacientes contagiados
Este estudio indica que el 85,9% de estos profesionales tuvo contacto con pacientes diagnosticados o sospechosos de coronavirus. Por lo que se refiere a las pruebas de detección de la enfermedad, fueron realizadas al 96,7% de enfermeras y enfermeros de la comunidad autónoma. Un 19,3% pasaron pruebas PCRs, un 85,4%, test rápidos y un 17,2% estudios serológicos.
Suspenso en material de protección
En lo que respecta a la cantidad y calidad del material de protección del que dispusieron, obtuvo 3,4 puntos sobre 10, siendo muy mal puntuada (de 0 a 4 puntos) por el 68,9%.
El material que más han reutilizado las enfermeras/os fueron las mascarilla FPP-2 o FPP-3, en concreto, un 62,2% de los profesionales encuestados. Por otra parte, un 52,7% reutilizaron mascarillas quirúrgicas, un 33,6% batas impermeables y un 12,4%, trajes de buzo de los de un solo uso.
Un 27% denunció las condiciones de seguridad
El estudio realizado apunta que un 27% de las enfermeras/os de Galicia realizó alguna denuncia, escrito de queja o similar respecto a las circunstancias de seguridad existentes en las semanas de crisis sanitaria.
Un 9% necesitó ayuda psicológica
La pandemia afectó a la estabilidad del puesto de trabajo al 17 por ciento de las enfermeras y enfermeros encuestados, y un 9,1% necesitó psicológica por la sobrecarga laboral, estrés, ansiedad, contacto permanente con el dolor y, en muchas ocasiones, la muerte.
Falta de previsión y diligencia por parte de las autoridades
“Las conclusiones del estudio subrayan que la falta de previsión y diligencia de las autoridades competentes puso en grave riesgo a la salud y seguridad de enfermeras y enfermeros y la de las personas de su entorno”, subraya SATSE.
Desde el sindicato se recalca que “todos los problemas, errores y deficiencias constatadas no pueden volver a producirse en caso de nuevos rebrotes de la enfermedad, porque sería una falta de respeto a la dignidad de los ciudadanos y de los profesionales”.