La Sociedad Española de Medicina Preventiva Salud Pública e Higiene (Sempsph) no recomienda hacer obligatorias las mascarillas FFP2 en el transporte público o los espacios interiores con poca ventilación: aconseja el uso de las quirúrgicas.
“Falsa sensación de seguridad”
Entre los argumentos en contra destaca que una obligación parcial, como en el transporte público, puede facilitar un mal uso de la mascarilla al colocarse y quitarse, y que puede dar una falsa sensación de seguridad.
A juicio de los especialistas, el control de transmisión de una persona asintomática “se consigue de una forma eficaz con las actuales mascarillas higiénicas homologadas y las mascarillas quirúrgicas”.
No es necesaria una medida obligatoria…
En opinión de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, no es necesaria una medida obligatoria para asegurar un buen cumplimiento de una preventiva.
“Una medida obligatoria genera un sentimiento de limitación de libertades individuales”, indica el documento, que abunda también en que las mascarillas autofiltrantes requieren un entrenamiento por parte del usuario y un ajuste facial “adecuado”.
…pero es más fácil de controlar e implementar
En un estudio realizado por los especialistas de la Sempsph citan entre los puntos a favor de imponer hacer obligatorio el uso de estas mascarillas que una obligación generalizada facilita el cumplimiento de la medida. Además, una obligación parcial, como el caso del transporte público, es “más fácil de implementar y controlar”
Por último, el estudio indica que con el uso voluntario “podría no asegurarse su cumplimiento en un porcentaje de la población suficiente como para proporcionar la protección”, y no siempre puede garantizarse una ventilación adecuada en los espacios públicos compartidos ni evitar aglomeraciones.
