Los Bomberos de Vigo denunciaron hoy, de nuevo, que han tenido que mudarse a un lugar que no vale para hacer su trabajo. Se trata de las antiguas oficinas de la depuradora do Lagares, en Coruxo, “unas instalaciones que no cumplen los requisitos mínimos exigidos” para un parque de bomberos.
Además de ello, han comentado, “nos encontramos el camión de mudanzas delante de Balaídos“, sin que la concejala de Seguridad, Elena Espinosa, les informase de este traslado.
El mismo, recalcan, se debe a la a “guerra de egos” entre el alcalde y el presidente del Celta,dado que el cierre de la base de Balaídos tiene que ver con la mejora de las gradas del estadio.
Sin camas y sin cocina
Cerradas las instalaciones ‘provisionales’ de Balaídos- en los que los Bomberos han estado 35 años- su base es ahora un inmueble “sin acondicionar”, vacío, “sin mobiliario, sin camas, sin cocina y sin sistema de comunicaciones”.
El nuevo parque tampoco está señalizado, no dispone de una zona acondicionada para vehículos y tampoco hay medidas de tráfico para facilitar la entrada y salida de los camiones.
En una zona de protección ambiental y sin sistema para vertidos
A ello se suma que las instalaciones están al lado de una zona de especial protección ambiental: la desembocadura do río Lagares, “y no hay sistemas para evitar vertidos”. Los bomberos insisten en que “aquí van a lavarse vehículos y materiales altamente tóxicos y no existe un sistema para recoger los vertidos”.
Paradójicamente, añaden, estas instalaciones se pagaron con fondos de la Unión Europea para preservar el medio ambiente, “no para un parque de bomberos, ya que además no reúnen las condiciones mínimas para ello”.
Sin informes sobre el cambio de uso ni permiso de Costas
Los bomberos recalcan que el Gobierno local no cuenta con los informes preceptivos que justifiquen el cambio de uso ni el permiso de la Dirección General de Costa y el Mar.
A juicio de los representantes de los Bomberos, “este es un ejemplo más del desprecio absoluto del alcalde por este servicio“.Otra prueba, enfatizan, que se suma a la falta crónica de personal, “que pone en riesgo a los profesionales y a los vecinos de Vigo”.