El alcalde ha apuntado hoy que Vigo es un modelo de movilidad urbana sostenible y ejemplo de la apuesta por la reducción de emisiones.
Escaleras mecánicas, rampas o carril bici
Durante su rueda de prensa diaria, Abel Caballero ha adelantado que el Gobierno local aprobará una ordenanza en la que se crearán zonas de bajas emisiones, con el objetivo de “mitigar el cambio climático” y los efectos de los gases de efecto invernadero.
Estas zonas tienen que estar delimitadas antes de que termine 2023, tal y como piden el Gobierno de España y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), que preside el alcalde, a los ayuntamientos de más de 50.000 habitantes.
Caballero ha recalcado que Vigo está en esa dirección, la de “mejorar” los desplazamientos por la ciudad, con las escaleras mecánicas, las rampas de la Gran Vía, el uso de patinetes eléctricos, el carril bici o la apuesta por un buen transporte público.
“La ciudad de las motos”
En este sentido también reivindicó a Vigo como la “ciudad de las motos”, liderando el número de motocicletas por habitante de toda España, cuyos usuarios, aseguró “se pasarán a la moto eléctrica”.
Sin dar plazos ni adelantar cuáles serán las zonas de bajas emisiones, sí aseguró que habrá alguna en la que las emisiones sean “cero” y, en todo caso, que Vigo se sumará al ‘Plan de Energía y Clima 2021-2030’ del Gobierno asumiendo el objetivo de reducir en un 35% los usuarios de transporte privado.
Vigo una de las dos únicas ciudades españolas con un coche por cada dos personas
Los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) son claros, en Vigo hay 151.553 coches para poco más de 293.000 habitantes, es decir que hay un automóvil por cada dos personas, algo que sólo pasa en otra ciudad española, Murcia, tal y como se detalla en una recomendable información de nuestro compañero Javier H. Rodríguez, publicada en eldiario.es.
Tampoco es un ejemplo de limitación del tráfico
Y así lo han denunciado, reiteradamente, las organizaciones ecologistas quienes han advertido, una y otra vez, que el Gobierno local tiene «los deberes son hacer» y que lleva más de una década sin promover restricciones de tráfico…al contrario, apuntan, impulsa el aumento de las emisiones en el corazón de la ciudad, con el túnel de la Porta do Sol.