El alcalde visitó este jueves Balaídos para comprobar el inicio de la demolición de la parte de la grada de Marcador que aún queda en pie.
Abel Caballero informó en rueda de prensa que ese trozo se mantuvo mientras no se realizaba el desvío de las conducciones eléctricas que había en la misma. Ahora, ya desviadas es posible derribar esta parte del estadio municipal.
Se trata de un proceso que, comentó Caballero, “llevara 7 u 8 días”, lo cual permitirá, añadió que esté terminado cuando el Celta vuelva a jugar en casa.
Optimista
El alcalde apuntó que las obras están en los plazos previstos, “incluso algo adelantadas” y que se acabarán, como se proyectaba, a principio de 2023, año en el que el Real Club Celta celebra su centenario.
Respeto medioambiental
Abel Caballero recalcó que estos trabajos están siendo muy estrictos desde el punto de vista medioambiental, tanto como para ‘aprovechar’ 10.000 toneladas de residuos generados para “reforzar el basamento”. Este proceso que permite ‘reciclar’ los escombros de las gradas antiguas, se realiza tras ‘triturarlos‘ y crear una “base” de unos 80 o 90 centímetros, sobre la que se construyen las gradas nuevas.