La investigación comenzó a principio de este año, cuando la Policía tiene conocimiento por medio de diferentes fuentes de información (llamadas, denuncias anónimas, y App de colaboración ciudadana), de la existencia de un “punto negro” de venta de drogas cerca de la rúa Toledo.
Las informaciones recibidas, sobre todo vecinales, relataban que en el bajo de un edificio de la citada calle, y en los alrededores, el inquilino de un piso, podía estar trapicheando.
Investigación
Las quejas vecinales y las denuncias por el trasiego de consumidores en la zona, y los delitos que lleva aparejado, “especialmente contra el patrimonio, para conseguir efectivo” para la compra de drogas, lleva a la Policía Nacional a iniciar una investigación.
En un primer momento, los agentes comprueban los hechos, identifican a los presuntos autores y la vivienda donde, presuntamente, están distribuyéndose los estupefacientes.
Existiendo fundados indicios de delito y con el fin de proceder a desmantelar el punto de venta, detienen a un individuo como supuesto autor de un delito de tráfico de drogas.
Coca, hachís, heroína y marihuana
Como resultado de una investigación de meses, se incautan distintas sustancias: cocaína, hachís, heroína y marihuana, a los múltiples compradores interceptados en el momento de realizar la compra de la dosis.