No se recortarán los sueldos a los trabajadores de Vitrasa, como pretendía la concesionaria. El árbitro que había designado la Comisión Tripartita Galega para decidir si se aplicaban las medidas que pretendía la empresa -recorte de un 30% de los salarios y aumento de las horas de trabajo- ha rechazado de plano esta pretensión y ha señalado, además, que Vitrasa pretendía que fuesen sus empleados los que pagasen los problemas económicos de la compañía.
El laudo arbitral despedaza las intenciones de la compañía y pese a reconocer que la concesionaria de los buses urbanos de Vigo tuvo pérdidas en 2020 y 2021, -algo que califica como “lógico” a causa de la crisis causada por el COVID- añade que tenía un patrimonio neto superior a los 50 millones de euros y en 2020 disponía de un fondo de maniobra de 38 millones.
Tampoco aumentaron sus gastos de personal
Asimismo, el árbitro niega, uno tras otro, los argumentos de Vitrasa, y explica que en 2020 se redujeron sus gastos de personal, y aunque sí subieron en 2021, siguieron siendo inferiores a los de 2019, año inmediatamente anterior a la pandemia.
Pretendía asegurarse los beneficios con la nueva prórroga de la concesión
La resolución, que no deja en pie ni una de las razones esgrimidas por la empresa, apunta que cuando el Gobierno municipal prorrogó la concesión a Vitrasa por otros 5 años, la compañía puso como condición principal el poder recuperar cualquier toda pérdida que pudiese tener reclamando al Concello el famoso ‘reequilibrio económico’ -es decir: una indemnización si no llegaba al número de viajeros previsto.
En base a eso, y a lo que dejó de facturar durante los meses de mayor incidencia del COVID, el Concello indemnizó a la concesionaria con 5.697.084,2€, una cantidad a la que hay que sumar 915.000€ ás para asumir la subida de 5 céntimos en el billete y que no la paguen los usuarios de la PassVigo.
Y que las pérdidas las pagasen los trabajadores
Pese a ello, los responsables de Vitrasa entienden que esas cantidades no son suficientes para equilibrar sus pérdidas y han denunciado al Concello ante el Juzgado contencioso administrativo reclamándole casi 10 millones de euros más.
Ante la negativa del Concello a pagar y no lograr esa cantidad “pacíficamente y de modo automático en la extensión deseada, cambia de objetivo de quién paga las pérdidas, y lo dirige hacia las personas trabajadoras”.
Mucho menos sueldo por más horas de trabajo…
De ahí que en marzo de este año, Vitrasa expresase su intención de aplicar un ‘descuelgue salarial’, presentando unas pérdidas de más de 14 millones de euros y 16 millones de pasajeros durante los años 2020 y 2021 que, enfatizaban sus directivos, ha llevado a la compañía al «momento más difícil de sus 55 años de historia» y que por ello debía tomar medidas temporales de contención de costes.
…algo que al árbitro dice que “parece la búsqueda de un atajo”
Ello supondría, en la práctica, una reducción salarial del 30% a sus empleados y, al mismo tiempo, un aumento de las jornadas laborales durante los años 2022 y 2023.
El árbitro no está de acuerdo en nada de ello y concluye su razonamiento diciendo que esa pretensión de Vitrasa “parece la búsqueda de un atajo” e implica medidas “muy lesivas” para 350 familias.
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