Gracias a la colaboración ciudadana
Alrededor de las 8 y media de la tarde del domingo pasado, la Central Operativa de la Guardia Civil de Pontevedra, recibió “múltiples avisos” alertando de la presencia de un ciclista transitando por la autovía A-55 sentido Portugal, advirtiendo de la peligrosidad de la situación, por la lluvia y de la falta de visibilidad.
Desde la Agrupación de Tráfico (COTA) se envió al lugar una patrulla del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de O Porriño, que localizó al ciclista la altura del kilómetro 23 de la autovía.
Escolta
Los agentes le indicaron que tenía que salir de la misma y le escoltaron, para su protección, hasta un lugar seguro, “teniendo en cuenta el horario nocturno, las condiciones adversas climatológicas y el peligro que suponía, para su propia seguridad y para la de los demás usuarios de la vía”.
Peregrino
El ciclista resultó ser un peregrino italiano de 36 años de edad, que se dirigía desde Santiago a Lisboa, y que explicó que se había desorientado en la zona del Polígono Industrial de O Porriño, “por la intensa lluvia, la falta de visibilidad y la insuficiente señalización”.
Importancia de la colaboración ciudadana
Una vez más, “la colaboración ciudadana y la rápida actuación de los agentes pudo evitar un, más que probable, trágico desenlace”.
De nuevo, desde la Guardia Civil recuerdan que el uso de autovías no está expresamente prohibida para los ciclistas, “salvo que se indique mediante señalización al inicio de la vía, como en este caso”.
También inisite en que es obligatorio el uso, “durante la noche, con niebla o lluvia intensa u otras circunstancias que disminuyan sensiblemente la visibilidad, una luz blanca delante y roja en la parte trasera de la bicicleta, además de casco y prendas reflectantes”.