Nuestro compañero, el periodista, fotógrafo de prensa canario y excolaborador de Vigoalminuto.com, José María Navlet (Las Palmas 1970) ha donado su archivo de fotos sobre los grafitis del Real Monasterio de Santa María de Oia al Centro Documental de la Memoria Histórica (CDMH) de Salamanca.
El motivo de la donación, con carácter altruista, es que sólo los historiadores, investigadores y archiveros puedan acceder a este legado fotográfico para el estudio y futuras investigaciones, además de contribuir a la preservación de la historia de Oia.
El último fotógrafo
José María Navlet fue “el último fotógrafo“ que tuvo acceso acreditado por la entidad propietaria del Monasterio -Real Monasterio de Oia-, para sacar fotografías de la sala en donde figuraban escritas en las paredes los sentimientos, el sufrimiento y el dolor de muchas de las personas, de pensamiento republicano, que decidieron dejar constancia de sus emociones durante su confinamiento en el cenobio en el transcurso de la Guerra Civil.
El legado fotográfico también recoge fotos de los dibujos de los soldados del bando nacional que vigilaban a los presos republicanos.
A la semana siguiente, las paredes en donde figuran los grafitis fueron tratadas con extrema delicadeza -debido al frágil estado de las mismas- para ser salvaguardadas y exhibidas bajo un soporte expositivo en cristal por indicación de la Secretaría Xeral Técnica e do Patrimonio de la Xunta de Galicia. Grabados que pueden contemplarse en una de las salas del monasterio.
San Simón
La donación de este fondo documental también incluye fotos de la isla de San Simón, lugar que también fue presidio para presos republicanos, y entre cuyas imágenes se encuentra una muy emblemática que es la grabación en piedra de la palabra “Teruel”, realizada a escondidas por los presos en homenaje a sus compañeros cuando tomaron la citada ciudad durante la contienda.
En opinión de José María Navlet, la donación de su archivo fotográfico sobre los grafitis “pone en valor, aún más, el Monasterio y la Iglesia de Santa María la Real de Oia debido a la historia que ambos inmuebles albergan“.
El periodista canarión aprovechó para “agradecer de manera especial y de forma pública” al consejero delegado de la entidad propietaria del monasterio, Xoán Martínez, “por haberme autorizado a fotografiar los dibujos y escritos de los presos que allí estuvieron confinados”.
Gran interés del monasterio
Las razones por las que Navlet desea que solo los historiadores, investigadores y archiveros puedan acceder al legado fotográfico y que no sean exhibidas “es para no frustrar el interés en visitar el destacado monasterio y la iglesia, así como no afectar a las publicaciones realizadas por el historiador Fernando Javier Costas Goberna, cuyo último libro en la actualidad es “En 1939 nos vimos en Oia”. Publicación editada por el Real Monasterio de Oia.