Así mismo. El futbolista se desplazó con su equipo, el Al-Nassr a jugar contra los iraníes del Persépolis, dentro de la ‘champions league’ de Asia. Allí, Cristiano, antes del partido, recibió de la pintora Fátima Hamami un retrato que ésta le había pintado y durante el encuentro la abrazó.
Este gesto ha acabado con la condena del deportista portugués, después de la denuncia por adulterio interpuesta por varios abogados, puesto que, según establece la ley, en Irán está prohibido tocar a una mujer soltera. Por ello, informa el diario local Sharq Emroz, el juez ha condenado al futbolista a recibir 99 latigazos, una pena que deberá cumplirse cuando Cristiano Ronaldo vuelva a pisar territorio iraní.