La lluvia se detuvo justo a la hora en que Sus Majestades de Oriente llegaban a Vigo. Tras saludarlos por la mañana en la estación del tren de Vialia, pasadas las 6 de la tarde, el alcalde dio la bienvenida a Melchor, Gaspar y Baltasar en la Avenida de Castelao, a donde llegaron justo a tiempo para subirse a sus carrozas. Antes, los Reyes Magos visitaron a las niñas y niños internados en la Unidad Pediátrica del Hospital Álvaro Cunqueiro.
Nervios
Los Reyes de Oriente pudieron ver como se han ido encendiendo las luces de la ciudad a medida que se ha hecho de noche y han saludado a los miles de personas que han se han acercado a las calles por las que ha ido pasando la Cabalgata. De la Avenida de Castelao ha seguido por la Praza de América, Camelias, rúa Álvaro Cunqueiro, de nuevo Camelias, hasta llegar a la Rotonda do Bicentenario, delante del Concello.
Había muchos nervios entre las niñas y niños que esta noche recibirán miles de regalos, que Sus Majestades y los cientos de ayudantes que les acompañan dejarán en las casas de todo Vigo.
Llave mágica
Para poder entrar en ellas, el alcalde, después de darles las gracias en la Porta do Sol y asegurarles que los pequeños y las pequeñas viguesas se habían portado “estupendamente bien este año”, les entregó la ‘llave mágica’ que abre todas las puertas.
Melchor (que de parece mucho a Antonio Villar, de la Asociación de Veciños de Beade); Gaspar (que tiene un aire al periodista Jaime González de Haz) y Baltasar (clavado a Balam Seidu), recibieron la ‘llave mágica’ y felicitaron a todas y todos por su excelente comportamiento y se retiraron a descansar unas horas antes de empezar a repartir los juguetes que han traído.
