El viernes pasado, día 9, el alcalde firmó la resolución que impide el acceso de los miembros del Comité de Vitrasa -incluyendo a su presidente Imanol Arnoso, y al vicepresidente, Manuel Núñez- a los Plenos del Concello, durante un período de 2 meses.
Protestas, gritos, suspensión del Pleno y expulsión
Esta ‘limitación’ se debe a las interrupciones con gritos como “Vitrasa Solución”; a sus reproches al portavoz del Gobierno local, Carlos López Font, llamándole “mentiroso” o “dirigirse, dando voces, a la presidenta del Pleno y a los concejales del grupo de Gobierno, con el fin de exponer sus conflictos laborales y recriminar la actuación municipal en tal conflicto”.
Las protestas, indica la resolución, incluyen frases como “somos trabajadores pobres”, “tómense en serio la seguridad”, “llevamos 4 años con el salario congelado” o”…diversas consideraciones sobre condiciones laborales” que obligaron a “interrumpir” la sesión de la Corporación durante 6 minutos, en una ocasión y en otra, “como consta en el archivo audiovisual de la sesión plenaria, desde las 09:56 hasta las 10:00h”.
A causa de ello, en el último Pleno la presidenta accidental, Carmela Silva, ordenó la expulsión de varias personas, actuación que sirve de base a la decisión de no permitirles el acceso.
Pleno Extraordinario después de que la Xunta asignase 5 millones al campo de fútbol de Ferrol
Esta prohibición se aplica desde este mismo lunes. Hoy hay un Pleno extraordinarios, anunciado el martes pasado por Abel Caballero, para tratar “la decisión de la Xunta de destinar 5 millones de euros para el campo de fútbol de A Malata, en Ferrol, y dedicar cero euros para el campo del Celta, para Balaídos”. Sí: la Corporación se reúne hoy para debatir esto.
En una nota de audio enviada a los medios de comunicación, Caballero calificaba de “escandalosa” esta decisión del Gobierno gallego y enfatizaba que la Xunta niega a la ciudad cualquer ayuda para la reforma de Balaídos. “Es un escándalo y va a ser tratado en el pleno”, clamaba el alcalde, también en las redes sociales.
¿Qué se hará exactamente en el Pleno de hoy?
Pues los 27 concejales y concejalas de la Corporación tratarán sobre esta “decisión inadmisible”, de aportar dinero para el campo de fútbol ferrolano y no hacerlo para el vigués. Asimismo, se exigirá a la Xunta que “Vigo sea tratada exactamente igual que el resto de ciudades de Galicia”.
Y no sólo eso: el alcalde ha ido más allá tras repetir que la Xunta “maltrata” a la ciudad y “no quiere que progrese”, ha manifestado que duda de que Rueda deje que el presidente de la Diputación de Pontevedra firme el convenio para financiar parte de la reforma que está pendiente del campo.
La reforma de Balaídos
La reforma integral de Balaídos es el proyecto más costoso de los acometidos por el Gobierno local. Los trabajos se iniciaron en 2015 y la última previsión es que concluyan en 2025. La inversión superará los 61,5 millones de euros, más del doble de lo anunciado inicialmente -que eran 29,5-, cantidad que aportan el Concello y la Diputación de Pontevedra.
Para acabar el estadio queda pendiente la construcción de la grada de Gol. El pasado 20 de enero, el Concello remitió a la Diputación el proyecto de la misma -que el organismo provincial reclamaba hacía meses- con la intención de que este aporte el 50% del precio de la obra.
Desde el Gobierno provincial pidieron tiempo para estudiar el proyecto y reafirmaron que el compromiso con la reforma está plasmado en los presupuestos para 2024, en los que la Diputación destina 2,5 millones a la misma, “frente a los escasos 300.000 euros que consigna el presupuesto municipal” para este mismo año.