La Dirección de Vitrasa ha denunciado que, “desde el comienzo de la huelga”, parte del personas viene sufriendo “ataques violentos” y una “persecución sistemática” que coarta su libertad.
El último “ataque” conocido, indican desde la concesionaria, fue el pinchazo de las cuatro ruedas del vehículo particular de una trabajadora, que estaba aparcado cerca de las instalaciones de la empresa. Además de estos daños materiales, insisten desde Vitrasa, esta misma empleada sufre, “de manera constante”, el “acoso” a la entrada y salida de su puesto de trabajo, “llegando, incluso, hasta bloquear su entrada para ejercer su legítimo derecho” a cumplir su jornada.
Una decena de empleados
Asimismo, apuntan los responsables de la compañía, “cerca de una decena de trabajadores manifiestan estar sometidos a esa persecución”. Incluso, muchos de ellos, cuando están secundando la huelga y se les llama para cumplir con los servicios mínimos. “En alguna ocasión, este acoso llegó a producirse cuando realizaban su servicio con viajeros a bordo y hasta fuera del puesto de trabajo, en un local frecuentado por uno de ellos, donde se le insultó públicamente por no apoyar la huelga”.
“Profunda violencia”
A causa de esta “profunda violencia y de este acoso sistematizado, muchos trabajadores se han visto obligados a dejar de presentarse y secundar la huelga”. A ello se suma, concluyen desde la empresa, al menos cinco ataques a vehículos particulares de miembros de la plantilla, de los que la empresa tenga constancia, a los que pincharon las cuatro ruedas, cuando estaban aparcados en la calle.
Por ello, Vitrasa ha solicitado el apoyo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, “que realizan el seguimiento de los ataques violentos a autobuses“. A la vista de estos hechos, la Dirección de la empresa muestra su “profunda preocupación” por estos “actos organizados” que se suceden con “el objetivo de amendrentar y silenciar al personal que no apoya la huelga”.