Farlopa, tiro, perico, loncha, polvo, nieve, merca, harina. Los sinónimos de la cocaína son tan populares y extendidos como su consumo en España, un país que, según el European Monitoring Center for Drugs and Drugs Addiction, es el segundo de todo el continente en el consumo habitual de esta droga, solo superado por el Reino Unido.
Se trata de una sustancia que además de ser adictiva y muy perjudicial para la salud física y psíquica de las personas, es una de las más peligrosas para la conducción. Una realidad que, por obvia, no sería noticia si no fuera por lo extendido de su consumo en nuestro país, carreteras incluidas.
Positivo en cocaína
Y es que los datos son contundentes: según las cifras oficiales del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, durante el pasado año, el 13% de los conductores fallecidos en accidente de tráfico a los que se les hizo el test toxicológico dieron positivo en cocaína, una proporción que se ha incrementado un 54% en la última década.
Además, el 52% de los conductores que perdieron la vida en la carretera, es decir, más de la mitad, dieron positivo en drogas, alcohol o psicofármacos en estos análisis forenses. Unas cifras alarmantes que ponen de relieve la necesidad de adoptar una política de tolerancia cero con este tipo de imprudencias, que, cada año, influyen decisivamente en las estadísticas de mortalidad en carretera.
Hombre de entre 35 y 54 años
Por su parte, el perfil del conductor fallecido en accidente de tráfico tras haber consumido cocaína también arroja sorpresas y se aleja de algunos tópicos. Y es que los consumidores más habituales no son jóvenes, sino mayoritariamente hombres de entre 35 y 54 años que circulaban principalmente con turismos o motos. Los accidentes suelen ocurrir en época de ocio (por la noche, en verano y en fin de semana) y son principalmente vuelcos, choques frontales o golpes contra obstáculos.
“STOP COCAÍNA: una adicción mortal
Estas son algunas de las principales conclusiones del estudio “STOP COCAÍNA: una adicción mortal. Presencia e influencia de la cocaína en los accidentes de tráfico (2013-2022)”, presentado por la Fundación Línea Directa y realizado en colaboración con la Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL). El informe se completa con 1.700 encuestas a conductores de toda la geografía nacional en las que los automovilistas dan su opinión sobre el binomio cocaína-conducción revelando sus hábitos de consumo y sus propuestas para terminar con este grave problema.
Controles de la Guardia Civil
Aún más llamativas son las cifras obtenidas a partir de los controles realizados por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en todo el Estado, salvo País Vasco y Cataluña, dos territorios que gestionan directamente esta competencia.
Los datos son escalofriantes: el 52% de las más de 100.000 pruebas realizadas por la Guardia Civil en 2023 dieron positivo en drogas, un porcentaje que, en el caso de la cocaína, llega al 19%, una cifra sensiblemente superior a la obtenida por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses.
Los porcentajes varían sensiblemente según la naturaleza del control: en el caso de los accidentes, los positivos en droga llegan al 26%, mientras que en el caso de infracción alcanzan el 50% y en el de los controles preventivos, al 56%.
Por tipo de sustancia, la más habitual en estas pruebas es el cannabis (39%), seguida de la cocaína (19%) y las anfetaminas (8%). De esta forma, la cocaína ya es la droga más habitual entre los conductores fallecidos en accidente de tráfico en España y la segunda con más presencia en los controles de la Guardia Civil.
Galicia, a la cabeza
Si ordenamos los positivos en función de las Comunidades Autónomas (salvo Cataluña y País Vasco), los territorios con mayor proporción de conductores que consumen cocaína son Galicia (25%), Baleares (22%) y Andalucía (21%), las tres sensiblemente por encima del 19% de media del conjunto del Estado.
En el lado contrario se encuentran las comunidades de La Rioja (10%), Navarra (10%) y Aragón (14%), todas muy por debajo de la media nacional.