El Bloque Nacionalista Galego ha pedido hoy la suspensión inmediata de la municipal otorgada a la empresa Plenoil para instalar una gasolineira en Baixada ao Pontillón. El portavoz del BNG asegura que ante la oposición de los vecinos-que se manifestarán este viernes a las 20:00h.- el Gobierno local tiene que revisar los impactos de este proyecto en una parcela rodeada de viviendas y en la proximidad de ámbitos protegidos como el Parque de Castrelos y el río Lagares.
“É aberrante que se continúen a autorizar este tipo de instalacións”, subraya Xabier P. Igrexas, recordando que ya son 13 las gasolineras ‘low cost’ abiertas en los últimos años en distintos lugares de la ciudad, a pesar de la oposición de los ciudadanos- como recientemente en Esturáns a sólo 4 metrso de las viviendas, o en la rúa Alexandre Bóveda-.
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Fin de la “barra libre”
Igrexas enfatiza que “é hora de poñer fin á barra libre que o Goberno de Abel Caballero ofrece ás grandes empresas deste sector”. Por este motivo, llama a iniciar la elaboración de una ordenanza municipal que impida la instalación de gasolineiras a menos de 250 metros de distancia, tanto de vivendas como de ámbitos especialmente sensibles y vulnerables, como centros de salud, colegios, residencias de mayores, así como aquellos que gozan de especial protección ambiental o patrimonial.
“Trátase de aplicar en Vigo unha medida que xa se está poñendo en marcha noutros concellos do Estado e que permitiría poñer freo aos graves prexuízos sociais, ambientais e de saúde que ocasionan estas instalacións”, añade el representante del BNG. Una medida que, destacó, es “perfectamente factíbel” según diferentes informes de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia que señalan que los concellos tienen competencias para imponer estas distancias mínimas. “Facelo ou non vai depender exclusivamente da vontade política do Goberno municipal”, defiende.
Impactos negativos
Igrexas advierte de los “impactos de este tipo de proyectos en zonas habitadas”, tanto por el incremento del tráfico como por los efectos nocivos de sustancias como el benceno, emitidas por las estaciones de distribución de combustible, como ha fijado la propia Organización Mundial de la Salud (OMS). “Resulta escandaloso que tanto o Concello de Vigo como a Xunta de Galiza non teñan posto ningún reparo”.
